Los fibromas uterinos son los tumores no cancerosos más comunes en las mujeres de edad reproductiva. Son la causa de más de 200.000 histerectomías realizadas cada año (Easterday y colegas 1983). No se conoce la causa y hay pocas opciones de tratamiento. Los fibromas uterinos no solamente afectan a las mujeres que los tienen sino que también impactan a sus parejas, esposos y familias, a veces en gran medida. A pesar de que pueden afectar una cuarta parte de todas las mujeres en los Estados Unidos, los fibromas continúan desconcertando a los médicos y científicos.
El Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD), parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), está tratando de aprender más sobre los fibromas uterinos, investigando sus causas y tratamientos. Como parte de estas investigaciones, los científicos del NICHD están explorando la genética, hormonas, el sistema inmunológico y factores ambientales que puedan tener un papel en empezar y continuar el crecimiento de los fibromas. Esta información puede llevar a una cura para los fibromas uterinos en la que no sea necesario sacar el útero. Quizás algún día sea posible que los médicos logren evitar que los fibromas crezcan.