El buen estado nutricional de la madre es primordial en el crecimiento y desarrollo normal del niño. El aumento de peso promedio está alrededor de los 10-11 Kg de los cuales, el feto contribuye en aproximadamente 3500 gr, la placenta, el líquido intersticial y el volúmen sanguíneo añaden 1200 y 1800 gr, el crecimiento mamario contribuye con 400 gr y otros 1640 gr representan tejido adiposo materno.
Con el aumento de peso moderado se logra disminuir la cantidad de lactantes de bajo peso al nacer así como la mortalidad prenatal. También se ha demostrado que una nutrición materna adecuada puede conllevar a la reducción permanente en el número de malformaciones fetales, por ello no se debe someter a la mujer embarazada a una restricción alimentaria intensa. Lo más importante es seguir una dieta balanceada.
Asegúrese que en su dieta incluya suficientes vitaminas y nutrientes, pero modere las cantidades que ingiera. No se trata de «comer por dos». Una ganancia elevada de peso puede hacerle la labor de parto mucho más difícil. Trate de no ganar más de 13 kg. durante todo su embarazo.
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